CULTURA: esta palabra se asocia con la acción de cultivar o practicar algo, también con la de honrar; de ahí la connotación inicial asociada al culto: tanto a una deidad religiosa como al cuerpo o al espíritu. En su origen entonces, el término está vinculado con la idea de la dedicación, del cultivo. En las acepciones que el DRAE le reconoce, la cultura puede ser el resultado o el efecto de cultivar los conocimientos humanos y, también, el conjunto de modos de vida y de costumbres de una época o grupo social.

TERRITORIO: El territorio de los pueblos ancestrales es el que contiene la sabiduría, es el lugar donde se des atan las enseñanzas para el recorrido de la vida, por medio de éste las comunidades se alimentan en cuerpo y alma, es el que protege, cura y permite la existencia y lo más importante, no tiene límites no es de un solo individuo, todos tienen derecho a permanecer en él y aprender del mismo.

El territorio que habitamos es producto de un paciente y largo proceso de conformación que ha tomado muchos años y muchas vidas, que tiene las huellas de los antepasados pero también nuestras propias huellas; por eso descifrarlo puede convertirse en apasionante aventura de descubrimiento.